A continuación nos quedará coordinar el trabajo de todos esos proveedores para que todos sepan qué hacer, cómo y cuándo.
Como un director de orquesta, al que no se ve pero que es el responsable de mantener la armonía.
En la coordinación del día B también ayudamos a los invitados que van a representar un rol en la boda, de la que yo me voy la última.
Siempre tendréis a alguien que se quede hasta el final de la barra libre para aseguraros que todo va sobre ruedas.