1. Mi Wedding Planner habla mi idioma
Aunque no te lo creas, una vez que te hayan puesto ese anillo en el dedo empezarás a hablar una jerga extraña (“quiero una boda estilo shabby chic”, “estoy buscando un look vintage”, “quiero ser una novia DIY “, “me encantan los vestidos de corte imperio”) que no todo el mundo entenderá. Pero no desesperes, tu Wedding Planner te entenderá a la perfección.
Un Wedding Planner debe ser capaz de escucharte y establecer contigo una conexión, tiene que haber química. Sólo entonces será capaz de visualizar tu idea y convertirla en un proyecto que hará tus sueños realidad.
2. ¡Adiós al estrés!
Organizar una boda es un arduo trabajo, por muy sencilla que quieras que sea, y si no tienes a alguien que te guíe en el proceso tendrás que aprender a base de prueba y error. ¿Sabes con cuánta antelación tienes que empezar con los trámites legales? ¿Has tenido en cuenta con cuánta antelación debes elegir tu vestido para asegurar que llegue a tiempo? ¿Te has parado a pensar en la organización de las mesas? ¿Cómo vas a confirmar la asistencia?
¿Te estás estresando ya? Me lo imagino… no te preocupes, tu Wedding Planner se preocupará por ti.
3. ¡Lo pasamos en grande!
Pon un Wedding Planner en tu vida y disfruta de tu nuevo estado de mujer comprometida ( o de ser el hombre más afortunado del mundo).
Teniendo a alguien que se encargue de la parte difícil puedes centrarte en disfrutar de los preparativos e irte involucrando poco a poco en lo que más te guste. También evitas delegar toda la responsabilidad de los preparativos en tus familiares. Seguro que les hace ilusión participar pero, no es su boda sino la tuya y si no estás al tanto corres el riesgo de que salga una boda a su gusto y no al tuyo. También ten en cuenta que esta situación genera estrés y tensión y al final terminas discutiendo con tu prometid@ o con tu madre, por ejemplo.
Mejor relájate y disfruta del paseo.
4. Mi Wedding Planner es mi voz.
Tu Wedding Planner es la figura que responde por ti frente a todos tus proveedores. En primer lugar, ten en cuenta que y seguramente tu Wedding Planner haya trabajado con tus proveedores antes así que deja la negociación a los profesionales. Será también la persona encargada de coordinarlos entre ellos e incluso de hacerse responsable de la comunicación con tus invitados. ¿De verdad quieres pasarte la última semana antes de tu boda reconfirmando dietas especiales, dando indicaciones sobre cómo llegar, buscando un hotel para confirmaciones de última hora, etc.).
5. ¡Mi agenda se ha vuelto loca!
Es posible que te resulte muy complicado coordinar el trabajo o que no puedas viajar a España para todas las citas que tienes que tener con tus proveedores. ¡Muchas veces no puedes ni leer los mails! Déjalo todo en manos de tu Wedding Planner, que te indicará a qué citas es imprescindible que vengas en persona y cuáles puedes delegar. Tu nueva vida de comprometid@ será mucho más fácil.
6. Sólo tengo ojos para ti
Al final del día, lo importante es que te casas con el amor de tu vida y si te agobias demasiado y te preocupas por los detalles el día de la boda no vas a disfrutarla y, créeme, pasa volando.
El día de tu boda sólo debes tener ojos para tu pareja, deja que sea tu Wedding Planner la que se preocupe por el resto.
Para más información acerca de los distintos servicios que te puede ofrecer un Wedding Planner no olvides pasar por la web.
En resumidas cuentas, si decides contratar un Wedding Planner todas las discusiones se resumirán a una: explicar a tu suegra lo que es y por qué has contratado uno .
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