Ya es 14 de febrero, día de San Valentín, día de los enamorados, día del amor y la amistad…y me encantaría compartir con vosotros el mejor regalo de San Valentín que me han hecho nunca. Pero antes un poquito de historia.
El origen de San Valentín
Esta celebración se remonta a tiempos prerromanos, con fiestas en honor a la fertilidad que solían terminar en orgías y gente corriendo desnuda por las calles.
Qué poco romántico suena, ¿verdad?
Fue absorbida por la Iglesia Católica en el año 496, con la designación de San Valentín como patrón de los enamorados, ya que cuenta la leyenda que mientras estaba encarcelado por su fé se enamoró de la hija del carcelero, dejándole una nota antes de morir que firmaba “de tu Valentín”, dando origen a las tarjetas del día de los enamorados.
Vivimos en un siglo que es capaz de convertir cualquier cosa en una campaña de marketing, desde la Navidad hasta el día de los enamorados, y cada vez son más los ‘modernos’ que están a la contra de cualquiera de estas fiestas. Sin embargo, ninguno me podrá negar que se le derretiría el corazón con una muestra de amor como ésta.
¿Necesitas ayuda para organizar un día inolvidable? Te ayudo a organizar cualquier sarao si me lo pides.
Nuestro primer día de los enamorados
Tengo la suerte de tener un novio que celebra el día de los enamorados los 365 días del año (lo siento chicas, no lo suelto ni con agua caliente), así que esperaba la llegada del día de San Valentín con especial expectación aquel año. ¿Qué me esperaba ese 14 de febrero?
Gran chasco me llevé cuando me anunció que venían unas amigas de fuera a vernos ese fin de semana. “¿Pero son tontas o qué les pasa?”, pensé yo sin atreverme a decirlo en alto. Al fin y al cabo los billetes estaban comprados y con enfurruñarme no iba a arreglar nada, pero la verdad es que me molestó bastante.
Ya resignada a no hacer nada especial me decía a mi misma lo que muchos, que el día de los enamorados debería celebrarse todos los días y que no es más que una campaña de marketing a lo bestia… ¿De verdad te lo crees cuando te lo dices a ti mismo? En el fondo yo creo que no. Que a todos nos gusta que tengan un detalle con nosotros…
El mejor regalo de San Valentín
El 13 de febrero me fui a la cama molesta y un poco costipada, deseando quedarme dormida y no despertar hasta el día 15, pero el despertador sonó a las 05.00 h
¡Puff! Los que me conocéis sabéis que soy lo peooooooor por la mañana y que odio madrugar.
“Vamos a buscarlas a la estación”, me dice.
¿Estaba flipando no? ¡Encima que se presentan en San Valentín las tengo que ir a buscar a estas horas!
Pero con mi café venía una nota que decía “Tu día de San Valentín empieza ahora…”. ¡Madre mía! ¿Qué estaría tramando? Se me pasaron tantas cosas por la cabeza…