Aunque una boda real se refiere a reportajes sobre bodas de verdad, siempre me vienen a la cabeza Kate Middleton y la Reina Letizia ?.
La pareja real de este artículo son Bea y Aleix, a los que quiero agradecer que me permitieran ser parte de su boda.
Erase una vez…
Bea y Aleix se conocieron en las preuvas de la Puerta del Sol hace casi 12 años (me han chivado por ahí que Bea le debe un marido a su hermana Cris, que fue la que dijo a sus amigas esa noche “mirad chicas, ese chico alto de allí…”).
Durante los siguientes 7 años cada uno siguió con su vida, encontrándose de cuando en cuando, pero ninguno de los dos pudo olvidar a la persona que habían conocido aquella noche de 2004. Hasta que en agosto de 2011, por fin, todo encajó.
En 2014, Bea y Aleix volvieron a ir al el centro de Madrid el 30 de diciembre, y fue allí, frente a la Puerta del Sol, donde Aleix le pidió que se casaran y, por supuesto, la respuesta fue un síííí como una casa .
Y por fin llegó el día…
Para el gran día Bea se enfundó un precioso vestido de novia de la diseñadora Rosa Clará y se puso guapísima con ayuda de Lucía Puebla Make-Up artist.
Aunque Bea, en el día de tu boda, lo que más bonita te hacía era la enorme sonrisa que lucías. Estabas radiante.
La boda se celebró el pasado 18.06.16 en la Finca Najaraya, donde se dieron el Sí, quiero con unas preciosas vistas de Madrid y de la Sierra de Gredos.
Querían una ceremonia distinta, muy personal y emotiva y… efectivamente lo fue. He de confesar que alguna lagrimilla se me escapó.
Participaron sus amigos y hermanos, que nos contaron de una manera muy divertida quienes son Bea y Aleix y cómo han llegado hasta aquí. Escribieron ellos mismos sus votos y se prometieron, además de amor eterno, a cerrar el tubo de la pasta de dientes ?.
También tuvimos un momento para recordar a aquellos que ya no están, pero que si hubieran podido, no se hubieran perdido este día por nada del mundo.
Si quieres que todo vaya así de perfecto ten en cuenta unos consejos para organizar tu boda.
Aga Catering nos ofreció un cocktail seguido de una cena banquete con el que nos pusimos las botas, y luego una barra libre donde nos soltamos la melena hasta bien entrada la madrugada.